Si pensabas que el sexo y la espiritualidad eran polos opuestos estabas equivocado. La relación entre ambas partes es mayor de la que se cree, por lo que te recomendamos que te abras con tu pareja y sientas esa conexión profunda con el mundo para así disfrutar del mejor sexo.
¿No nos crees? Esta conexión entre sexo y espiritualidad la empezó a destacar un estudio de la Universidad de Kentucky en el que se explicaba que aquellas mujeres consideradas espirituales tienen más sexo que las que no lo piensan. Y lo mismo ocurre con las que practican la concienciación y el yoga, pues experimentan mejores niveles de excitación y deseo, así como orgasmos más intensos. Antes de que te inicies en la aventura del yoga, no te pierdas estos consejos acerca de esta relación especial y de cómo el sexo puede estimular tu espiritualidad.
¿Qué entendemos por espiritualidad?
Aunque la espiritualidad es diferente en cada persona, la describimos como la conexión de los seres humanos con la energía de la vida y su deseo para explorar su significado. Puede tener como origen las ideas religiosas tradicionales, o estar basada en otras creencias no relacionadas con la religión. Los rezos, la meditación, el yoga y la concienciación son todos ejemplos de actividades espirituales que nos pueden ayudar a encontrar el significado y el objetivo en este mundo.
Historia de la espiritualidad y el sexo
A lo largo de la historia el sexo y la espiritualidad han ido siempre de la mano. Por ejemplo, el tantra, una antigua creencia relacionada con el hinduismo y el budismo, está basada en la idea de que podemos estar más cerca de los seres divinos cuando practicamos sexo. Sin embargo, han sido muchos los pueblos pioneros a la hora de ver los beneficios del sexo según el concepto de espiritualidad. Los australianos aborígenes y los persas pensaban igual, mientras que un simbolismo sexual similar también se vio durante los primeros años del Islam y del Cristianismo.
Por otra parte, la Cabalá (un antiguo modo de pensamiento que surge del judaísmo) también percibe el sexo como un evento espiritual en el que los elementos sagrados presentes en la mujer y el hombre emergen juntos. Pero esto no acaba ahí, ya que una práctica espiritual china llamada chi kung considera que la energía sexual es una de las piedras angulares de la felicidad. Y es que está claro que todas estas culturas antiguas creen que el sexo es un modo perfecto para conectarse con la otra persona.
¿Cómo puede el sexo beneficiar a tu espiritualidad?
También es importante saber que la manera en que nuestro cuerpo nota los cambios cuando practicamos sexo es muy parecida a las sensaciones que surgen con la meditación. En ambas situaciones las personas entran en un estado de trance conforme se aproximan al momento de ebullición. En este sentido, uno de los múltiples beneficios del sexo es el cambio que se produce en nuestra perspectiva y reacciones emocionales.
Es entonces cuando la alegría y la calma que experimentamos nos hacen sentir que estamos más conectados con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Como el autor y espiritualista Deepak Chopra dice: “El sexo es una forma de liberar nuestro ego. Es para muchas personas la única experiencia de meditación”.
En definitiva, valorar el sexo como una actividad espiritual no solo puede transformar nuestros sentimientos y ayudarnos a satisfacernos a nosotros mismos y a nuestras parejas, sino que al mismo tiempo también puede cambiar nuestros objetivos en la vida y nuestro grado de bienestar. Nos permite alejarnos del estrés diario y nos ayuda a saber enfocar mejor nuestras prioridades. Además, el sexo espiritual puede haceros mucho más fuertes como pareja.