Según las estadísticas globales de ONUSIDA, 37 millones de personas viven con VIH a nivel mundial y, a pesar de que habitualmente se tratan ambos términos como sinónimos, existe una diferencia entre VIH y Sida.
No es igual tener VIH que tener Sida, conocer la distinción entre ambos resulta importante para determinar cuánto ha avanzado la infección y los posibles tratamientos, así como la forma en que se contagia y la mejor manera de prevenirla. A continuación, explicamos qué diferencia hay entre VIH y Sida.
¿Qué es el VIH?
VIH son las siglas en español del virus de inmunodeficiencia humana, se trata de un retrovirus caracterizado por actuar sobre el sistema inmunitario de los humanos. En concreto, invade un determinado tipo de glóbulos blancos, que son los encargados de la defensa del organismo ante las enfermedades.
El VIH actúa sobre ellos, disminuyendo su número y afectando a su funcionamiento. Por eso, las personas afectadas tienen más propensión a enfermar, pero pueden pasar años desde el contacto con el virus hasta la aparición de la sintomatología.
No existe cura, aunque sí medicación que, en la actualidad, ha conseguido reducir el impacto del VIH sobre la salud. Para lograrlo, es importante un diagnóstico precoz y seguir el tratamiento médico pautado, así, se frena en lo posible la propagación del virus y se minimiza el alcance de los daños sobre el organismo.
Pero, VIH y Sida, ¿son diferentes? Explicamos lo que distingue a ambos términos en el siguiente apartado.
Qué diferencia hay entre VIH y Sida
La primera diferencia entre VIH y Sida la indica su denominación. Si VIH hace referencia al virus de inmunodeficiencia humana, Sida son las siglas de síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
La diferencia entre Sida y VIH es que el Sida es la enfermedad que el virus puede llegar a desarrollar.
En la evolución del VIH en el organismo se distinguen varias fases. El Sida se presenta en la última, la más grave, caracterizada porque el organismo ya no es capaz de combatir patógenos, por lo que aparecen enfermedades oportunistas que pueden afectar gravemente la salud.
Por esta razón, lo que se transmite es el VIH, que es el virus, y no el Sida. Este último es la enfermedad que un portador de VIH puede llegar a desarrollar en la fase final de evolución del virus de inmunodeficiencia humana.
De este modo, se puede entender que no todas las personas portadoras de VIH van a desarrollar Sida. Siguiendo el tratamiento adecuado, los portadores pueden mantenerse estables y, aun con el virus en su organismo, no alcanzar la fase de Sida.
Cómo se transmite el VIH
El VIH se transmite por el contacto con sangre, esperma, flujo vaginal y leche materna, que ingresan en el organismo a través de mucosas o heridas. Por lo tanto, existe riesgo de contagio al:
- Mantener relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas
- Compartir jeringuillas, cuchillas u otros objetos que puedan entrar en contacto con la sangre
- En el caso de los bebés, durante el parto o la lactancia.
No se transmite de ninguna otra manera, ni por ningún otro fluido ni por otro tipo de contacto, como tomarse de la mano, tocar a la otra persona o compartir el WC.
¿Cómo saber si tengo VIH?
Entendiendo la diferencia entre VIH y Sida, sabemos que podemos portar el virus sin desarrollar sintomatología. En el caso de que surjan signos clínicos, estos pueden presentarse años después del contacto con el virus y, además, como son inespecíficos, pueden confundirse con muchas otras enfermedades.
Si hemos realizado alguna práctica de riesgo o tenemos dudas, podemos solicitar a nuestro médico de cabecera un análisis de sangre o saliva para determinar si somos o no portadores. En nuestro artículo Diagnóstico de ITS: pruebas y a qué médico ir, te explicamos más acerca de este tema.
Las pruebas detectan anticuerpos que produce el organismo ante la presencia del virus o una parte de este. Ante un resultado positivo, es esencial recordar que ser portador del virus no implica desarrollar Sida.
Cómo prevenir el VIH
El preservativo reduce el riesgo de contraer una ITS entre 80 y 90% si se utiliza de forma adecuada. Por lo tanto, atendiendo a la diferencia entre Sida y VIH, el condón es esencial para prevenir la transmisión del virus.
El preservativo es el único de los métodos anticonceptivos capaz de prevenir el VIH en un elevado porcentaje, además de otras infecciones de transmisión sexual. De ahí la recomendación de usarlo en todos los encuentros sexuales, sobre todo, durante el sexo casual.
Tampoco hay que compartir jeringuillas, material cortante o cepillos de dientes.
Fuentes:
- UNAIDS, 2017 Global HIV Statistics
- Eaton EF, Hoesley CJ, Barrier. Methods for Human Immunodeficiency Virus Prevention. Infect Dis Clin N Am 2014; 28: 585-599.